El miedo a dar de más es el equivalente al miedo de no recibir lo que esperamos. ¡Porque tanto duele ilusionarse! ¡Tanto duele crear esas ficciones que zumban en la cabeza y que luego parimos esperando obtener de ellas algun beneficio económico! (Económico entendido como el intercambio de flujos).
Y ya me quedé sin ideas. Porque pensé.
Pero necesito que me cuiden hoy. Y no. No te lo pienso decir. No me pienso rebajar a la necesidad miserable de tener que tenerte cerca. Porque yo soy fuerte. Mentira. Soy una niña-mujer. Débil y fuerte. De aire de fuego de tierra de agua. De distintos gases. Plasmática Liquida Sólida Gaseosa.
Niña-mujer brillante. Jugando, a veces. Siempre compleja. Siempre infeliz-feliz. Siempre buscando el camino de la intuición-corazón. Siempre buscando ser yo.
Siempre amándote, en secreto, con pocas plumas y con una atormentada capacidad para volar. No vaya a ser cosa que termine con el corazón roto. Me das miedo.
Suelto una lágrima por ese miedo. Perdón. Es que soy una niña.
Pero te amo, siempre en secreto. Siempre en cautiverio.
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