jueves, marzo 31

me ahorqué, y estoy sonriéndote, puta

Te golpeé el estómago, la nariz, la boca. Si, se te salieron dos dientes. Te agarré de las pestañas y te tiré al piso. Estaban pintadas, perdón. Te patié el estómago y se te salió un riñón por la boca. Te patié, rodaste una, dos, tres veces, como la vez que rodamos juntas en aquel pasto, pero esta vez yo no estaba al lado tuyo, te estaba pateando. Te levantaste y me dijiste ''Me quedo en esta ciudad'' y yo, simplemente te abrazé. Ya no sentías dolor, ninguna de las dos lo sentía.

lunes, marzo 28

Juro que sos como una gota de agua. Vas muy lento, y cuando caés explotás, y huís. Eso hiciste, y también lo hiciste en mí. Te veo en esas caras, en esos estúpidos e ilegibles rostros de todos, pero nadie me dice donde estás, porque nadie es vos. Podría decir que sos la persona más hija de puta que conocí en mi vida, pero no gano nada con eso. Ni siquiera te vuelvo a ganar a vos.
Qué hago cuando ya no puedo escuchar ni una puta cancion de los estúpidos de Sick Puppies? Los odio. Nunca me gustaron, pero me hace acordar tanto a vos, en tu estúpido Ipod que sonaba en tu mente llena de basura materialista y egoísta. Pero no. No gano nada, no puedo ganarme una gota de agua, porque al fin y al cabo, siempre se me iría de las manos.

sábado, marzo 26

el chico del miembro grande

Laura fue todo el recorrido pensando en aquel chico que le comía la cabeza. Le gustaba todo de él, hasta su falsa sonrisa, y sus ojos verdes que la miraban muy fijamente hasta dejarla dada vuelta. Éra la primera vez en la que Laura no pensaba sólo en la entrepierna.
Laura no creía en el amor, pero ésta vez no dejó pasar ésta oportunidad.
Laura fué, ilusionada, en busca de mil respuestas, a ver al estúpido chico de ojos verdes.
El estúpido chico de ojos verdes nunca llegó.
Laura se fué, desilucionada, en busca de mil razones y sintiendo como se desmoronaba por dentro.

viernes, marzo 25

Apoyando la espalda en la silla, las manos detrás de mi cabeza, mirando el cielo nublado y sin inspiración, vuelvo a escribir. Ya casi está saliendo el sol de esta tarde nublada, y a las 16:45 tengo que salir de casa. Pero yo no quiero irme sin que me sonrías antes... pero si me quedo esperando, voy a llegar tarde al encuentro. No sé si dejaría de ir al encuentro, sabiendo que me tocaste el timbre para que yo vea tu sonrisa. Es que no sé si creería en vos.