Te miraba impresionada mientras me decías que todo lo que tocabas lo hacías oro. Hoy, te escucho cansada mientras me decís que todo lo que tocas lo destruis.
Me gustaría reírme de la ironía pero la hija de puta me quiere poner cada vez peor.
Muchas veces me dijeron que me tenía que poner firme y escuchar, y escuchar y escuchar, porque estaba mal lo que pasaba por mi cabeza. Pero, sinceramente ¿qué es el amor si no hay admiración? no existe. Y estoy tan orgullosa de saberlo y de sentirlo que no me siento culpable de nada.
Siento lástima por las personas que nunca llegaron a sentir una mínima admiración por la persona que aman/amaron, porque de eso se trata.
Me cuesta mucho odiar, pero si tengo que elegir un verbo digo "molestar". Me molesta lo inmediato, las relaciones superficiales, lo que va y viene, me coje y me voy. Me hace pensar que no hay nada más en el fondo de una persona que eso. Y yo, de un metro cincuenta y cinco, nunca me animé a determinar ante otras personas lo que está bien y lo que está mal, ¡pero es tan vacío!
Tengo tacto, tengo sentimientos (como todos), tengo sensibilidad, pero sobre todo las cosas tengo consideración. Y canto muy orgullosa.
No hay nada más triste que no amar (gracias a la cultura casi todas las personas del mundo amamos a alguien) y sobre todas las cosas, no hay nada peor que la superficialidad. No hay nada peor que tocar y no sentir nada, de embarrarse y hacerse un nudo con una persona donde dentro suyo haya un iceberg.
Hay cosas hermosas, como el tocarse y estoy profundamente agradecida por querer sentirlo, y estoy aún más agradecida de poderlo discernir y diferenciarlo.
A veces me siento contenta de haber nacido.
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